Sestrica y Viver de la Sierra contaron en tiempos con tres ermitas cada una, de las que se conservan cuatro: la más conocida de ellas, en Viver, el Santuario de la Virgen del Prado; en Sestrica, las ermitas de San Bartolomé y de la Virgen del Carmen, junto con la muy deteriorada de San Felices, en serio peligro de derrumbe. Sin olvidar la pequeña capilla dedicada a San Cristóbal, mucho más moderna, situada en la calle del mismo nombre, en Sestrica.
De las otras dos ermitas de Viver (la de Santa Brígida y la de San Cristóbal) sólo quedan algunos restos, pero en conjunto las seis (más una) ermitas constituyen un interesante conjunto por el que merece la pena dar un paseo.