Iglesia Parroquial de San Miguel de Sestrica
Iglesia levantada con una única nave con crucero, cubierto con una cúpula apoyada sobre pechinas. Una torre campanario de mampostería, al igual que el resto de la iglesia, completa el edificio. Esta torre es de planta cuadrada pero cuenta con un remate octogonal de ladrillo, que se techa con un chapitel metálico. Al exterior está decorada con una doble fila de ladrillo en esquina bajo el alero, detalle éste muy común en las edificaciones de la zona. La portada se abre con un arco de medio punto. El exterior presenta movimiento de volúmenes y juego de cubiertas, con un aspecto sobrio.
El interior es de una sola nave dividida en cinco tramos con crucero cubierto por un cúpula sobre pechinas, capillas entre los contrafuertes, testero recto, coro elevado a los pies del templo y todo ello cubierto por bóvedas de arista entre arcos fajones, que arrancan de una moldura corrida sobre pilastras.
El retablo mayor, dedicado a San Miguel Arcángel, es del siglo XVIII y de estilo plateresco - barroco.
Entre las capillas laterales sobresale la magnífica capilla de la Virgen del Rosario, digna por sí sola de una larga visita. Barroca, con una talla de la imagen titular del siglo XVI, presenta una cúpula con linterna donde se desarrolla una representación figurativa del sol y guirnaldas de flores, frutas rematadas con niños músicos y la representación de Santas o Virtudes teologales. Las pechinas están profusamente decoradas con relieves en yeso policromados donde figuran los doctores de la iglesia.
Por otro lado, la capilla del Santo Cristo está cubierta con cúpula semiesférica sobre pechinas decoradas con imágenes de ángeles pintados.
Otros retablos de los siglos XVII y XVIII son los del Pilar, San Antonio Abad (con un lienzo que algún experto atribuye a Ribera), San Bartolomé (patrón del pueblo), Santa Justa y Santa Rufina (patrona del gremio de los alfareros, de fuerte arraigo en la localidad), la Inmaculada Concepción, el de la Virgen del Carmen y San José y el de San Ramón Nonato. Este último y los de San Bartolomé y San Antonio Abad han sido recientemente restaurados.