Patrimonio natural
Entre los 500 m. del punto más bajo y los 1.433 m. del pico Cabrera, existen en el municipio varios elementos naturales de gran interés que merecen la pena ser visitados. Si bien el paisaje invita a mirar hacia arriba, con puntos tan emblemáticos como Peña Guzmán (1349 m.) o el monte San Cristóbal, con su cruz situada a 1265 m., más abajo hay rincones tan peculiares como la cascada de La Huerta o el parque de La Hiedra.
Como elementos botánicos destacables hay que nombrar, además del conocido Alcornocal, los árboles singulares que se encuentran desperdigados por el término municipal. Por los campos de Viver y Sestrica pueden observarse también numerosas especies endémicas y propias de la zona.
La fauna de Sestrica es la habitual de la Sierra de la Virgen, con varias especies cinegéticas (corzo, perdiz, jabalí, conejo) y otras especialmente queridas por los vecinos, como el andarríos.
Los aficionados a la espeleología tienen un punto de atracción en la sima conocida como cueva de Trampaspeñas. Según informa Inocencia Melús, se trata de dos cuevas de difícil acceso, cerca del corral de Fontanillas. No han sido exploradas en su totalidad por los vecinos del pueblo debido a su gran profundidad (una de ellas de más de 70 metros).
Por otra parte, en una curva de la antigua carretera a Viver se halla un interesante yacimiento geológico del precámbrico, incluido en el catálogo de Lugares de Interés Geológico de Aragón.