En Sestrica, rodeado de casas, quedan los restos de un antiguo castillo del que únicamente se conserva un macizo torreón, conocido como Torre de los Urrea, y que es lo único que se conserva del castillo original. Es de planta rectangular, abriéndose una pequeña puerta en una de sus caras mayores. Este torreón tiene la particularidad de que dos de las cuatro aristas de sus lados se encuentran redondeadas. Aunque conserva su aspecto original, lo cierto es que se encuentra muy transformada. Está declarada Bien de Interés Cultural por la Orden de 17 de abril de 2006, del Departamento de Educación, Cultura y Deporte, por la que se aprueba la relación de castillos y su localización, considerados Bienes de Interés Cultural en virtud de lo dispuesto en la disposición adicional segunda de la Ley 3/1999, de 10 de marzo, del Patrimonio Cultural Aragonés.
El comprimido casco histórico se concentra en torno a esta Torre, del antiguo castillo, conformando una estructura urbanística radiocéntrica de ladera, con dos elementos que sobresalen del resto del caserío: la torre mencionada, con origen en el siglo XIV, según data Cristóbal Guitart, y la iglesia de San Miguel concluida a finales del siglo XVII y de estilo barroco, otro monumento importante de la localidad, levantada con una única nave con crucero, cubierto con una cúpula apoyada sobre pechinas. Una torre campanario de mampostería, al igual que el resto de la iglesia, completa el edificio. Esta torre es de planta cuadrada pero cuenta con un remate octogonal de ladrillo, que se techa con un chapitel metálico. Al exterior está decorada con una doble fila de ladrillo en esquina bajo el alero, detalle éste muy común en las edificaciones de la zona. Se trata de una obra barroca del siglo XVII.
Además cuenta el municipio con cuatro ermitas, que se pueden visitar, realizando un interesante paseo, entre ellas el Santuario de la Virgen del Prado.
Otros elementos del patrimonio cultural sestricano son los peirones, el molino, los restos del alfar, la fuente, el acueducto o la silueta de la Península Ibérica situada en el monte, hecha en los años cincuenta por los niños de la escuela y actualizada hace unos años en un día de la Paz por los escolares de entonces.
A la pedanía de Viver de la Sierra se accede atravesando un interesante arco minero, protección ante la caída del mineral de hierro que en tiempos transportaba un teleférico desde Tierga hasta Calatayud.
En Viver, además de la muy conocida ermita de Nª Sra. del Prado, hay una bonita iglesia, también barroca. Está dedicada a San Miguel y presenta planta rectangular con capillas entre los contrafuertes y cubierta con bóveda de lunetos.
En los alrededores se pueden contemplar varias antiguas neveras, en Viver, y los yacimientos prehistóricos de Meloneras y San Felices en Sestrica
Por otro lado, tanto los vivilejos como los sestricanos siguen creando obras artísticas y literarias y gozan de una rica gastronomía.
El Ayuntamiento de Sestrica ha editado dos libros: