Los peirones, también denominados pairones, son pilares o monolitos construidos en piedra o ladrillo que señalan, a la salida de una gran parte de los pueblos de Aragón (principalmente en Teruel y Zaragoza) un inicio o confluencia de caminos. Suelen terminar, en su parte superior, con una hornacina (a veces una cruz) decorada por la imagen de un santo o virgen. Parece ser que la palabra aragonesa peirón no ha pasado al castellano, por cuanto no aparece documentada en ninguno de los diccionarios de la Lengua Española, siendo humilladero el término que le corresponde en su acepción castellana.
Sestrica cuenta con dos: el peirón de San Bartolomé y el peirón de San Miguel.
Se encuentra en un cruce de caminos a la salida del pueblo, en la confluencia de la C/ Arrabal con el camino que va a la ermita de San Bartolomé. Esta no es su ubicación original, ya que fue trasladado unos metros para dejarlo en medio de la plazoleta. En la actualidad forma parte de una fuente pública (ya en desuso). Es un recio pilar prismático de ladrillo y sección cuadrada. Está rematado por una hornacina con la imagen del Santo sobre la que descansa una cruz metálica.
Se sitúa en la parte alta de la población, en el camino que lleva al cementerio, hoy conocido como calle de las Eras.
Es un pilar cuadrado de ladrillo pardo reconstruido en época contemporánea. A sus pies aún se observa parte del primitivo. Conserva en el interior de la capilla del edículo la imagen del santo arcángel.
Su cimacio plano no cuenta con cruz de remate.